jueves, 16 de septiembre de 2010

EL HOMBRE LOBO

Ya que mencionamos American Graffiti, no puedo olvidarme de homenajear a uno de los mayores mitos radiofónicos de la historia.

Wolfman Jack, el Hombre Lobo, que aullaba en antena entre presentaciones alocadas, bromas telefónicas y toneladas del mejor Rock and Roll y Soul.

Su aparición en la película, interpretándose a sí mismo, y su encuentro con el protagonista, le añade un toque aún más romántico a su mito y al film.

OTOÑO CON MILNER

El otoño nos entrega un primer día lluvioso a modo de tarjeta de visita.

Una estación mágica, en la que es fácil que las hojas marrones se amontonen en las calles como gotas de nostalgia.

En esta entrada la nostalgia tiene nombre propio: John Milner.

El personaje (interpretado por Paul Le Mat) ,sacado de una película tan otoñal como American Graffiti, a pesar de su edad, ligeramente superior a la de sus amigos, sigue haciendo lo mismo de siempre. Pasea en coche, busca líos, liga y se lamenta de que la música no es lo mismo desde que murió Buddy Holly. Los buenos tiempos que nunca van a volver.

Recuperemos pues una de sus escenas más famosas. Milner hace de niñera improvisada y un paleto y malvado Harrison Ford intenta que echen una carrera.

También John Milner, la canción que Loquillo y Trogloditas grabaron en su disco de 1993, Mientras Respiremos.




MR. CAINE

Mañana se estrena El Americano (The American, Anton Corbijn, 2010), nuevo trabajo de George Clooney en la gran pantalla.

Tengo ganas de verla, a pesar del aséptico estilo que se nos anuncia en el trailer. Corbinj parece continuar rodando con su estilo frío, casi fotográfico, que ya mostrara en Control (2007).

Insisto en que sólo es la impresión tras ver el trailer, asistiré a verla y disfrutaré, pero en este tipo de historias de asesinos o agentes secretos a la carrera en Europa, no puedo evitar recordar las andanzas de Michael Caine en Ipcress File (1965) o Funeral en Berlín (1966).

A medio camino entre un Bond macarra, casi pop y con ramalazos violentos, Mr. Caine me deja sin aliento.

No soy el único; Madness le dedicaron una canción (Michael Caine) al dandy de celuloide.

Observen el avance que se proyectaba en su día, en este caso de Ipcress File, y juzguen ustedes mismos.

viernes, 10 de septiembre de 2010

CALENDARIO DE OTOÑO

La temporada de conciertos, que a priori se presentaba un tanto apática, ha despertado ¡y de qué manera!

Adjunto una lista de las próximas citas, en mayor o menor medida, ineludibles:

- REDD KROSS (+ Hoodoo Gurus + Autoramas): 23 de septiembre en la sala Rock Kitchen, de Madrid y dentro del festival TurboRock. Consultar web del festival itinerante para ver resto de grupos (Mudhoney, Young Fresh Fellows, TSOOL, Muffs...).

- THE FUZZTONES: del 11 al 25 de octubre estarán los reyes del garaje psicodélico, con más de treinta años de historia a sus espaldas, descargando en nuestro país. Recalan en Madrid el trece de octubre.

- BURNING: la leyenda de La Elipa, más de treinta años repartiendo chulería old school en escena. Madrid, Sala Penélope, 12 de Noviembre.

- ALICE COOPER: el 24 de noviembre uno delos inventores del Shock Rock descragará sus gimmicks y sus fantásticos hits. Su gira incluye cinco fechas españolas. En Madrid, el terror de pegolete y la leyenda viviente salpicarán el Palacio Vistalegre.

- LOQUILLO: otro show repasando su carrera, antes de publicar el disco musicando poemas de Luis Alberto de Cuenca. La Rivera, Madrid, 26 de noviembre.

Dos sorpresas, y aún sin fechas concretadas:

* MARAH: En el que no promete ser su mejor momento, ni formación. Presentan nuevo disco que sólo se puede adquirir en sus shows, publicado en vinilo ¡y cassette!

* STEVE WYNN & THE MIRACLE THREE: fantástica sorpresa, el retorno del rock de Steve Wynn con su mejor banda. Saltarán chispas.

CRAZY HEART: REESTRENO

He visto el cartel de Crazy Heart en la puerta del videoclub de mi barrio y no he podido evitar recordar esa pequeña joya. Disculpen la trampa, he decidido "reestrenar" la entrada que, hace seis meses, escribí sobre el film:

Por el precio de una entrada de cine he visto a Jeff Bridges interpretando a un cantante country al borde del abismo.

Perdón, permítanme comenzar de nuevo.

Por el precio de una entrada de cine he visto a Jeff Bridges SIENDO un cantante country al borde del abismo en esa fantástica canción de 1 hora y 52 minutos que es CRAZY HEART.

Entré al cine con alguna ligera referencia y , gracias a esa "ligera" referencia, esperaba encontrar el The Wrestler de este año, eso sí, ambientado en el mundo del country. En mi mente la afinidad de los personajes, ambos perdedores, ambos de una cierta edad, invitaba a equiparar películas y argumento.

No fue hasta pasado el ecuador del film que me di cuenta de una diferencia sustancial. Donde The Wrestler parecía filmarse desde arriba, mostrando el infierno que aguardaba ansioso bajo los pies de Ram, CRAZY HEART parece rodada desde abajo. Parece que la cámara estuviese colocada a nivel del suelo, bajo las botas de Bad, señalando el cielo que podría llegar a alcanzar y que parece escapársele.

"Es curioso cómo caer, te hace sentir como si volaras... durante un rato" reza una de las canciones que interpreta el protagonista, pero Bad hace ya tiempo que dio con sus huesos en el asfalto. En esa misma tonada canta "todo pasa por una razón, sin importar si es buena o mala. Especialmente cuando es mala" y comprendes que la mala razón, en este caso, es la misma que se interpone en el torpe abrazo de reencuentro con su viejo amigo Wayne: la barra del bar.

El celuloide de esta obra está impregnado de una promesa de redención que, como en las mejores canciones de Hank Williams (icono country por excelencia), viene acompañada de un aviso, con forma de parábola, y una moraleja.

Al comienzo de este texto decía que el metraje es una canción. Permítanme, de nuevo, corregirme y apreciar que es más bien toda una discografía. La de cualquier músico de country, del country de verdad, del country de los "outlaws", no de esa aberración denominada "country pop" que suena en la radio y trasciende fronteras. El de aquellos que saben lo que es que intenten que no suenes bien cuando teloneas a una estrella que no sabe escribir una canción propia. El de los que tocan el boleras, viajan en su furgoneta y duermen solos aunque haya alguien más en la cama. El de los que observan atónitos los hilos de las discográficas atados a las muñecas de los "triunfadores".

Pienso en la película (es de esas que se pegan a ti como la resaca de un domingo) y en ese final que duele como hacía mucho que no lo hacía un final.

La historia que narra ha sido contada en mil millones de canciones, pero ese poso de melancolía pérdida y dolor sólo lo he escuchado en voces como las de Hank Williams, Johnny Cash, Willie Nelson o Kris Kristofferson.

Si vamos un poco más allá, y centrándonos en Hank Williams, que grabó un tema llamado como este filme, me doy cuenta de que, repasando algunos de sus títulos, se consigue una suerte de sinopsis del mismo.

Comenzando con Lost Highway (Carretera perdida) para dar paso a I´ll never get out of this world alive (Nunca saldré de este mundo con vida), Please don´t let me love you (Por favor no dejes que te ame), A house without love (Una casa sin amor), I can´t help it if I´m still in love with you (No puedo evitarlo si todavía estoy enamorado de ti), I´m so lonesome I couñd cry (Estoy tan solo que podría llorar) para finalizar con I saw the light (He visto la luz) mezclada con I can´t get you off my mind (No puedo sacarte de mi cabeza).
El tema que da título a la película, y redime al protagonista, nos despide mientras la imagen se funde a negro.

Resuena aún el estribillo "Pick up your crazy heart and give it one more try..."

jueves, 9 de septiembre de 2010

SE ACERCA HALLOWEEN...

El mes que viene llega la época en las que realizo en el programa uno de mis especiales favoritos.

Se podría hacer más de un especial de Halloween pues cada año descubro nuevas canciones terroríficas, aunque encajan en los géneros que se pinchan en el programa.

Y es que, por suerte, el terror no se ha inventado en nuestros días, como demuestran dos de los afiliados a este especial de Solo en las Ondas.



JOHNNY BURNETTE Y BILLY LEE RILEY

La semana pasada dediqué un para de entradas a Gene Vincent y Eddie Cochran.

No quiero dejar fuera a otros dos de mis favoritos, dos rockers cuyas canciones han superado sus nombres en la historia de la música.

Damas y caballeros, la música de Johnny Burnette y Billy Lee Riley.



COMA GIRL

Buscaba una excusa para poner este vídeo.

No se neceita una pero, ya que estamos, recomiendo vivamente el visionado del documental que Julien Temple dirigió sobre Joe Strummer, The future is unwritten.

La pudimos disfrurtar en cine durante un par de semanas, lo cual es un milagro y emocionaba por igual a adultos buenrollistas -con un grave desconociemiento del champú-, punk rockers con solera y carnet de la movida y melómanos sin uniforme.

MEET ME TONIGHT IN ATLANTIC CITY

Coincide que dos grupos de amigos (desconocidos entre sí) visitan en estas semanas Nueva York.

A ambos he recomendado (ojo, no soy un experto, sólo he estado allí un vez) que, si se van los días suficientes, se gaste una tarde o mañana en visitar Atlantic City (New Jersey).

No muy lejos de Manhattan, dispone de un mágico paseo marítimo, hecho de madera, en el que se puede entrar en varios casinos old school (con caballeros de traje y porte "italiano" vigilando), un Hard Rock Cafe con un mural de Elvis que ocupa toda la fachada y todo tipo de excesivos museos y bares.

A modo mitómano, podemos recordar la película Atlantic City (Burt Lancaster y Susan Sarandon), a Joe Strummer repartiendo invitaciones para su concierto en la ciudad, la canción de Springsteen, muchas escenas de Los Soprano...

Y precisamente la nueva creación del guionista y productor de Los Soprano ha provocado esta entrada. Se llama Boardwalk Empire (El Imperio del Paseo Marítimo) y, como reza la frase promocional, trata sobre el nacimiento, tiempos de éxito y la corrupción de Atlantic City y en plena ley seca. Cuenta entre otros con Steve Buscemi y el piloto lo ha dirigido Scorsese.

Podría poner el trailer de la serie pero, contando con que en breve estará hasta en los telediarios, observemos a Mr. Strummer intentando captar publico para su show. Promete que sus músicos son guapos, delgados e ingleses.

Yo habría ido.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

DEL CERO AL INFINITO

Recupero la cassette de la entrevista que, mi versión más inocente y entusiasta, realizó el tres de mayo del noventa y nueve al gran locutor y melómano Samuel Rodríguez.

A mediados /finales de los noventa, esta gran voz realizaba Del Cero al Infinito, insuperable programa que, todo el que escuchó, recuerda como clases de música particulares y a domicilio.

Encasillado en el Power Pop, siempre podías escuchar a Dylan, Dr. Explosion, Flaming Groovies, Ramones, Neil Young y un sin fin de canciones entremezcladas con filias y fobias particulares de Don Samuel.

No recuerdo exactamente cómo gestioné el encuentro, probablemente llamé a la radio (todavía no se trataban las cosas por correo electrónico), y el speaker, todo amabilidad, accedió gustoso.

Es una charla de más de una hora, en la que me sorprende escuchar (incluso hoy en día, cuando conozco el funcionamiento del universo radiofónico) que no cobraba por realizar esa fantástica emisión, ni siquiera cuando la hacía de lunes a viernes, que compaginaba con su trabajo.

Habla con total claridad y transparencia del funcionamiento de las discográficas, discos, emisoras y tiendas, pero, lo mejor, desde un punto de vista positivo. Aceptando que es afortunado por hacer lo que le gusta y vivir este mundillo desde dentro.

El comentario que se me quedó grabado, por la exactitud del análisis que encierra, en aquel en el que resalta que lo difícil es, pasados los veinte, mantener vivas las ganas y el deleite personal a través de la música.

Le veo, ocasionalmente, en tiendas del centro de Madrid, siempre alegre, hablando de música con los dueños del establecimiento y con algún disco en la mano.

Otro caso de esa alegre enfermedad llamada melomanía.

martes, 7 de septiembre de 2010

DON´T FORGET THE MINIBAR!

Y don´t forget the Minibar!

Con esa frase se despedia Esteban, sexagenario dueño del Minibar, minúsculo local, sito en la madrileña calle de Hortaleza, cada vez que te marchabas.

Local que compensaba su reducido tamaño con su terraza y que, como él mismo explicaba orgulloso, es pequeño, pero vale una pasta por la situación y porque tiene licencia para terraza. Vete hoy a pedir una. Ya no las dan.

Canario criado en USA, salvaje, como sólo las personas de su edad entienden que hay que ser, y decepcionado con la deshumanización del mundo, Esteban regentaba el Minibar sin dejar escapar detalle alguno. El sonido de bocina cuando estaba preparado el plato de alguna de las cinco mesas de la terraza, los cassettes de material fifties (y sixties) sonando, incluso programas de radio grabados, su eterna gorra, siempre un chicle en la boca, jarras heladas, hamburguesas y hot dogs con solera, efemérides musicales escritas (y borradas) puntualmente en el baño o pizarras con el menú y el lema del local cuidadosamente escrito.

De la decoración destacaba una foto de Elvis dando la mano a Esteban, e intercambiando alguna frase mediante bocadillos, que hoy en día se puede ver en el Dreams Café.

Si pasabas por Hortaleza era probable tener que parar a saludar a alguno de los clientes y, de vez en cuando, podías ver a algún personaje conocido (Bunbury, multitud de actores de tv...). Como me pasa en las mejores terrazas, simplemente con sentarme y observar a los transeúntes ya daba el precio de la consumición por bien empleado, añadan a esto la excelente banda sonora y el carisma del dueño.

Esteban vendió el local y se convirtió en una aséptica franquicia de perritos calientes, sin música (o con technopop) y sin carisma.

La última vez que, un amigo y servidor, hablamos con él pensaba en ir a New York, con sus nietos, y ver si allí todo funcionaba tan mal como aquí. También quería abrir otra especie de Minibar en un sitio más grande, dentro del cercano barrio de Malasaña, con nueva decoración y concursos.

Recuerdo la ocasión en que, como testigo involuntario, presencié cómo un cliente le espetaba que lo que se leía una de las pizarras (el único local fifties de la ciudad) no era cierto, pues habían abierto uno nuevo en otra zona. Enfadado, nuestro hombre argumentó que aquello no sería fifties de verdad, que sería de una cadena.

Por poco más de cinco euros adquirí en Escridiscos una copia del single de vinilo que lucía orgulloso como elemento decorativo. The Fumestones grabaron un EP llamado At the Minibar, de atómica contraportada (no así el contenido), mostrando fotos de Esteban en diferentes poses. Un collector´s item para la eternidad.

Como muchos de los criados a finales del siglo XX, en ocasiones no soy consciente de la información que, de forma casual, puede hallarse en internet pero, a raíz del anterior texto, y de la mención al MiniBar, decidí surfear (o tontear) en la web.

El resultado es, un grupo de fans en Facebook (gracias al cual, aun no siendo miembro de esta comunidad, me he enterado de que algunos le llamaban Bobby) y un documento impagable, que me deja tan fascinado como aquellos que vieron una foto por primera vez en la historia.

El tiempo detenido, la magia restaurada, el barman definitivo en acción.

Don´t forget the MINIBAR!



OTRA VISITA URGENTE

En abril pasaba por España la gira de Dick Dale, que, en Madrid, y con más de setenta años, daba una lección sobre cómo llegar más de una hora tarde y que al final nadie se acuerde.

Volumen brutal (él aún pedía más), ritmo salvaje y toda la sala Gruta 77, entradas agotadas, sudando y bailando.

Demostró ser virtuoso, no sólo con la guitarra, sino con las baquetas, armónica e incluso trompeta. Regaló ardientes lecturas de su cancionero y versiones ajenas(incluso una de Folsom Prison Blues, de Johnny Cash).

Una vez más no quiero añadir un vídeo clásico, sino una actuación que recoja su poderío actual. Me gustaría haber encontrado otra canción pero la única toma actual de calidad es esta, de Misirlou, que no por conocida resulta menos impactante.

Como decía Esteban, propietario del legendario Minibar madrileño (templo del Rock and Roll, Soul, Surf, hot dogs, hamburguesas y todo lo fifties) cuando se le preguntaba qué se debía "otra visita urgente".

lunes, 6 de septiembre de 2010

VENENO DEL ROCK


¿Qué tienen en común, a nivel nacional, muchos grupos noveles, de comprometidos contratos, con algunos grupos, ya retirados, de hace cuatro décadas?

Tienen una referencia bibliográfica que, con mayor o menor acierto y veracidad, documenta su historia, agranda / inventa la leyenda o rellena aburridas páginas con lugares comunes.

Ya era hora de que alguien se diese cuenta de que no había nada publicado sobre Burning. Sobre la banda que lleva en activo, sin interrupciones, más que ninguna. Agarrados a sus guitarras para no perecer ahogados en el naufragio de la mo(vi)da.

Cuatrocientas noventa y cuatro páginas de riguroso estudio sobre la historia de la banda de Risi, Toño y Johnny. Desde el principio, cuando La Elipa era casi campo.

Algún perdonable error, como situar el barrio al Sur de Madrid, y no al Este, queda compensado con creces gracias a lo detallado de la historia.

No voy poner un vídeo clásico, sino una actuación actual. Porque esta banda sigue viva y coleará en noviembre en la sala Penélope.

Allí Johnny nos deleitará con Rock and Roll y comentarios como los que inician este vídeo (no os los perdáis).

Hay un lugar muy cerca de casa, que por las noches te pones las gafas.


¿GUAY O QUINQUI?

El veintinueve de agosto finalizó la interesante exposición gratuita que, sobre el llamado cine quinqui, se realizaba en Madrid (tras su éxito en Barcelona).

Es curioso cómo un género que, en su día mitificaba rateros de poca monta, bañándolos en misticismo de aguja, Mahou y futbolín, es reivindicado hoy por pseudointelectuales, enterados y guays variopintos, a los que dichos "quinquis", gustosamente, habrían dado "un palo".

Digo curioso porque, mientras, los que vivimos el auge de ambos fenómenos (el de la delincuencia barrial y el del videoclub ochentero y quinqui) no le hemos dado más importancia ni trascendencia.

Sí, siempre hay quien recuerda, gracias a la versión de celuloide, a El Vaquilla como un héroe. Como poco menos que un Don Quijote que cambia La Mancha por un descampado y a Rocinante por un Seat 1430.

He revisado la semana pasada varios títulos y Navajeros (Eloy de la Iglesia, 1980) me sigue pareciendo la única visible. Ojo, visible, ni buena, ni obra maestra, ni Jaro es un héroe sanote y redentor.

Quizá tenga algo que ver que está musicada, venga a cuento en la escena o no, por Burning. Tal vez sea porque es la única que recuerdo haber visto en mi infancia. Supongo que debió ser programada por TVE o ser un éxito de videoclub, pues toda mi clase hablaba de ella y repetiamos nuevas expresiones aprendidas en semejante clase extraescolar.

Aquí tienen a los de La Elipa con su hit barrial en las dos versiones. En la que aparece en la película, narrada en tercera persona, comienza huyendo porque roba farmacias y algún coche también. En la segunda, con la incorrección de Johnny Cash y narrada en primera persona, huye porque maté a mi chica y a su amante también...la prefiero muerta antes que sea de él.



sábado, 4 de septiembre de 2010

TENGO ALGO DE CERVEZA Y LA AUTOPISTA...

El 16 de noviembre se publica, como ya comenté, la caja The Promise The Making of Darkness on the Edge of Town, conmemorando los treinta...y dos años de la publicación del disco.

Este video recoge un extracto del documental sobre su creación. En él son entrevistados varios miembros de la E Street Band (incluso el ya finado Dany Federicy), pero, al final, verán lo más interesante.

Springsteen y Steve Van Zandt de cachondeo cantando al piano una inacabada Sherry Darling, que finalmente aparecería en The River.

Imposible ver el vídeo sin acompañarles en el estribillo.

viernes, 3 de septiembre de 2010

BACK TO SCHOOL

Septiembre ha llegado.

Se saca brillo ya a los timbres de las escuelas e institutos.

Dedicado a alumnos y profesores.

Ding, ding goes the bell.















LA MANO DE MR. FOURNIER

Salía de trabajar a mediados de diciembre del 2002.

Me fijé en un mendigo con mala pinta, pelo deshilachado y hombros caídos, que pasaba rápido por delante de la puerta de salida de empleados.

Algo no me cuadraba, y de repente caí en la cuenta. El "mendigo" llevaba unas botas nuevecitas y que, aún sin ser un entendido, parecían carísimas.

Me recordaba a alguien. En esos días iba a tocar en Madrid un músico... "¡Vamos!", le dije al compañero que me acompañaba.

Le vimos parado a 20 metros en una plaza, pensando a dónde dirigirse. Sí, era él. Reparó en mi mirada y, con una sonrisa, me dijo "hola".

"¿Es usted Alice Cooper?" (siempre me arrepentiré de no haber usado su nombre real, Vincent Founier). Me estrechó la mano y, cuando le pregunté qué hacía por el centro, contestó dulcemente "Hago compras de navidad".

No soy un gran seguidor de su música, no asistí a aquel concierto, pero Alice Cooper viene en noviembre de nuevo y esta vez sí estaré allí.

Mi generación tenemos la imagen de bandas de Shock Rock, como Mr. Cooper o Kiss, de tétricos heavies de sonido duro y torpón. Analizando lo que, en sonidos duros, ha llegado después, encuentro encantador el sonido de ambas bandas (cercanísimo al rock and roll y, como mucho, hard rock) y sus gimmicks anacrónicos.

El paralelismo más obvio podemos realizarlo con el cine de terror. En su día las películas de las productoras Hammer o Universal aterrorizaban al público. En el terror de hoy hay mucho más ruido (lo que asusta, de hecho) y muchas más sangre, obtenida de forma más explícita. Aún así no hay, hoy en día, ni el diez por ciento del talento impreso en las viejas películas.

Personalmente, prefiero el clásico de terror, con sus trucos (no tan) simples y su ambiente inquietante y, de igual manera, prefiero, en estos sonidos, el Rock and roll divertido de los clásicos del Shock Rock .

Alguien que toca la stoniana Under my wheels en t.v., o aparece en el Muppet Show de los Teleñecos, no puede ser malo. O al menos nocivo.

Recuerdo el comienzo de su Feed my Frankenstein "no soy el diablo, sólo soy guapo".





PESCANDO BLUES

Con unos doce años escuché en la radio una canción que, me pareció, contenía la melodía más romántica (en el sentido vital de la palabra) que, en mi corta vida, había escuchado.

No sabía si era una vieja canción o si era un hit single del momento, y quedó grabada en mi mente, volviendo a recordarla en años sucesivos.

Diez años después comenzaba un programa en una radio independiente y, a falta de discos y recursos, me personé en la Casa de la Juventud. En este centro cultural prestaban (ignoro si continúan operativos actualmente) discos, material de escalada y camping, y libros.

Sin saber muy bien qué llevarme, y con objeto de añadir algo nuevo a lo que pinchaba en el programa una y otra vez, me decidí por un recopilatorio en cuya portada aparecía un tipo blandiendo una mandolinapor encima de sus hombros.

El nombre me era muy familar..."¿no eran estos los tipos de aquella canción?". Y sí, lo eran. Y de muchas otras fantásticas composiciones.

No tardé nada en hacerme con el disco más completo de su carrera Fisherman´s Blues, también nombre de la dichosa canción. Disfrutable de principio a fin, los Waterboys, grabaron en él un montón de melodías y letras, que parecen contarte en una taberna a medio camino entre Irlanda y Escocia.

Hace un par de días me encontré de bruces con un videoclip en al que una banda hispana ejecuta una, tan voluntariosa como innecesaria, versión de la canción que escuché en mi infancia.

Gracias pero, una vez más, prefiero el azúcara la sacarina.

jueves, 2 de septiembre de 2010

LET ME GO, BOYS!

Mañana a la venta las entradas para ver a los Pogues en su gira navideña.

Dec 13, 2010 - Glasgow, O2 Academy
Dec 14, 2010 - Newcastle, O2 Academy
Dec 16, 2010 - Sheffield, O2 Academy
Dec 17, 2010 - Manchester, Apollo
Dec 18, 2010 - Birmingham, O2 Academy
Dec 20, 2010 - Brixton, O2 Academy
Dec 21, 2010 - Brixton, O2 Academy

LET ME GOOOOOOOO, BOYS, LET ME GOOOOOO BOYS!

ROCK THIS TOWN

El 20/08/08 la noche en Madrid se volvía aún más calurosa con el concierto de despedida de Stray Cats.

Recuerdo bastantes cosas de aquella noche (tipos enormes llorando, set list insuperable..) pero lo que más me impresionó fue Slim Jim Phantom.

Sabía que tocaba en pie, pero no que derrochase ese carisma ni que fuese más espectacular que cualquiera de sus compañeros, Brian Setzar incluído. Lo curioso es que la mayoria de fans son de la misma opinión.

Por supuesto inetntaré verle cuando se prese nte de nuevo en solitario.

Por el momento, rememoremos un directo de mil novecientos ochenta y tres. Lo crean o no, veinticinco años derrochaban la misma energía.

EAU DU PROVOCATION

Admito que mi primera reacción ha sido de incredulidad.

Los Sex Pistols han alcanzado un acuerdo para sacar una línea de perfume con su nombre.

Sí, así es.

Ya viví una oleada de comentarios cuando fui a verlos hace un par de años al Summercase en Madrid (horrible festival o verbena de pueblo).

Que si estarán viejos, que si está muerto Sid Vicious, que si se han vendido...

Ante semejantes afirmaciones sólo se puede contestar con un gran "?". Veamos:

- Tienen la edad que tienen, como todos, pero, si voy a ver sin pestañear a, fantásticos y energéticos, sexagenarios ¿por qué no a ellos? Hablo, escucho y disfruto de la música, no de pósters andantes.

- Sid está muerto. Bueno, así toca el BAJISTA ORIGINAL (que tocaba en el estudio, incluso tras su expulsión), Glen Matlock, que, además, SABE TOCAR. Sid es un icono de camiseta, póster... pero música hacía poca, la verdad.

- ¿Se han vendido? Me preocupa especialmente cuando un adulto emite esta afirmación. Eh... sin comentarios. O quizás no, quizás tengo demasiados para un solo blog. Sin contar con que lo que hicieron a finales de los 70, lejos de ser una ¿lucha política?, les convirtió en amargadas y paranoicas marionetas en manos de Malcom McLaren.

Y ahora el perfume....

Pues miren ustedes, les aplaudo.

Sí, les aplaudo. Porque cuando volvieron a la vida, a mediados de los noventa, la prensa se escandalizó porque Lydon declaraba que volvían por la pasta. Se les acusó de "vendidos" y de anti-punk.

Sinceramente creo que, en una época en la que el punk se compra al peso en los grandes almacenes, centros de tatuajes y peluquerías, cuando paletos salen disfrazzados de rockeros en programas del corazón, lo más punk que se puede hacer es dar la vuelta al discurso.

Hacer lo que no se espera de ti, ir a por la pasta y vender perfume mientras, bien equipados con sus camisetas de Ramones, Kiss o Iggy, bragas o Slips de Motorhead, pulseras, sombreros y jeans ajustados (comprados en la cadena de tiendas de ropa pertinente) los "nuevos puristas" te ponen verde y juran que van a quemar Never Mind The Bollocks...cuando lo compren . De escucharlo ni hablamos, claro.

Imagino la cara de John Lydon (otrora Johnny Rotten), hombre lúcido e inteligente, y esa sonrisa de picarón con mala leche, contestando al teléfono "¿un perfume?...ummm... Claro, ¿por qué no?"

Bob Dylan hace lo mismo, es decir, lo que quiere. Ergo, como llevo diciendo mucho tiempo, Dylan es un Punk. Tal vez el Punk definitivo.

No uso colonia pero en tres meses es navidad y, no sé, es tan fácil provocar...







CUIDADO CON LOS COCHES

En la vida de Gene Vincent, ademas del accidente de moto de su juventud, que le sacó de la Marina, hubo otro que alteró la historia de la música.

A comienzos de 1960, el nuevo single de Gene, Wild Cat, estaba triunfando en UK. Para hacer todavía más excitante su, ya exitosa gira, se reclamó la presencia de su viejo amigo Eddie Cochran.

El diecisiete de abril de ese año, tras darun concierto en Bristol, Gene, Eddie Cochran y su novia, Sharon Sheeley, cogieron un taxi hacia Londres.

El coche se salió de la carretera en una curva a la altura de Chippenham, Wilshire dañando gravemente la pierna de Gene Vincent, que sufrió una cojera el resto de su vida, y acabando con la vida de Eddie Cochran.

En memoria de ambos.

CUIDADO CON LAS MOTOS

A comeinzos de los 50 un joven llamado Vincent Eugene Craddock, , alistado en la Marina, paseaba en su nueva moto Triumph, cuando un coche se saltó un semáforo en rojo y lo arrolló.

Fue conducido al hospital con la pierna izquierda destrozada. Los médicos observaban la amputación como única opción posible, pero el joven imploró a su madre para que no autorizara la operación.

Conservó su pierna pero, a cambio, de forma intermitente, sufrió dolores y complicaciones en dicha extremidad el resto de su vida.

Como consecuencia del accidente, fue licenciado.

La Marina perdió un hombre.

El mundo ganó a GENE VINCENT.