miércoles, 30 de junio de 2010

CARA B ENLATADA

Hablando de documentales, no quiero olvidarme de mencionar Agile, Mobile, Hostile (2008).


Recoge un año en la vida de Andre Williams. La leyenda del Rithm and Blues más lúbrico y sucio, a sus setenta años (en el año capturado en la cinta) sigue recorriendo clubs, cantando a chicas menores de edad, alcohol y policías encubiertos.

Lo que observamos, además, es la cara B del artista. Esa cara B que no queremos conocer. Esa que da miedo y desanima a cualquier joven con aspiraciones a Rock Star. Un hotel barato por hogar residente al no poder pagar un apartamento, soledad, problemas con el alcohol, un colapso corporal y mental que le lleva al hospital, negarse a comer durante dos días y mantenerse a base de licor o embarazosos olvidos sobre el escenario dejan mudo a fan y espectador de toda índole.

Andre jura, una y otra vez, a lo largo de todo el metraje, que está bien, que sólo tiene que hacer lo correcto, para mantener alejado a DRE (como llama a su parte oscura y negativa). A pesar de ello, una mínima invitación basta para que entre en la espiral de nuevo.

En una escena descorazonadora el músico, tras contestar unas preguntas frente al museo de Motown, se encamina hacia la entrada sin hacer cola como los turistas. Un sorprendido guardia de seguridad le pregunta a dónde va y ante la respuesta del músico -"me llamo Andre Williams, soy compositor y ayudé a construir este lugar"-, opta por preguntarle "¿con qué grupo de turistas está?".

Esto es suficiente para que André le espete que no está con ningún grupo de turistas y mientras se retira, maldiciendo y escupiendo en el cesped, grita "¡este solía se un lugar lleno de amor y ahora...".

Tiempos nuevos, tiempos salvajes.

martes, 29 de junio de 2010

HEAVY AMISTAD

Llega a nuestras pantallas Anvyl: Story of Anvil.

En realidad llega a nuestra pantalla. Sólo la proyectan en una sala en Madrid.

La incluí en la lista de posibles documentales para regalar en fechas navideñas (vean entrada del 13/12) y mantengo y amplío mi apoyo.

Como ya mencioné, no me interesa el heavy a nivel musical. Pero sí me interesan las historias basadas en la amistad y la camaradería por encima de todo, en los buenos y malos tiempos. Todavía más cuando son reales.

Justamente de eso trata este documental. Dos tipos que, ya en la cincuentena, trabajan duro en actividades que ahogan cualquier impulso creativo, como mucho (no todo) hijo de vecino de toda edad y condición.

La diferencia ea que lo hacen con una única idea en la cabeza: su banda. Su sueño es retomar el estatus del que hace más de veinte años gozaron, gracias a lo único que les apasiona. La música. Su música.

Así, nos ruborizamos asistiendo a estallidos de cólera, freak fans, frustración, amor fraternal, esposas rubias y comprensivas, esposas rubias y hartas, caóticas giras de clubes, el acoso de la mala suerte...

Cometerá un error quien compre un tícket esperando ver una especie de versión real de This is Spinal Tap, pues, al margen de los momentos graciosos, que los hay, la cinta capta la sensibilidad del que sigue en pie.

El espíritu de aquel al que todos apremian para que se suba al tren de los insatisfechos y amargados.

Pues bien, he de decir que gracias a su tesón, y a la repercusión del documental, Anvil volvieron a girar y a ser reconocidos en el universo heavy.

Esto, que, por lo general, me me importaría más bien poco, me emociona y alegra. Como me emocionó ver en pantalla grande (que convierte en nueva cualquier cosa que hayas visto en casa) la escena final.

Como dice el trailer "es algo que los soñadores de todas partes deberían ver".

Todas estas emociones y muchas más por el, absurdamente bajo, precio de una entrada de cine.

Oh, sí, también pueden esperar a que desaparezca de la cartelera para, así, ver la nueva "obra maestra" de -escojan el nombre de actor o actriz-, en la que se enamora y rompe la relación por un malentendido que, no sufran, queda resuelto al final.

Ya lo deían Redd Kross "It´s a crazy crazy world, we´re living...."

¡TRAEDME LA CABEZA DE TOMA WAITS!

Por fin he podido disfruta de la salvaje Traedme la cabeza de Alfredo García y, en contra de todo pronóstico, no me ha decepcionado en absoluto.

Normalmente son las expectativas las que arruinan todo, pero esta es la excepción.

Es polvorienta, absurda, sangrienta, alcohólica y sexual, tornándose incómoda y enfermiza por momentos.

La única analogía que, desconcertado, pude componer tras los títulos de crédito fue una canción de Tom Waits. Cualquiera.

No es sólo que el protagonista tenga la sucia elegancia de Mr. Waits, sino que la historia entera parece narrada con el pulso del autor de Blind Love. La carretera mexicana, el polvo en la garganta, bares y prostíbulos fronterizos, cementerios y una love story entre el buscavidas con aspiraciones y la prostituta, erótica y angelical a un tiempo.

Dicen que si llegas lo suficientemente lejos, encontrarás el camino de vuelta a casa, cantaba Waits en la misma tonada. Creo que habrían sido grandes amigos él y Sam Peckinpah (director del film y otro absoluto outlaw). No sé si se encontraron en alguna ocasión pero, de ser así, seguro que se entendieron.



Warren Oates, protagonista y clono de Mr. Waits ¿O será al revés?

VIEJOS CICLOS FORMATIVOS

No he sido universitario.

Nunca he estado matriculado en la universidad.
No vivo acomplejado ni orgulloso de ello.

Simplemente no siento, ni he sentido, hasta la fecha, deseo de hacerlo. Quizás lo haga algún día, si encuentro alguna carrera que me apasione (a estas edades moverse por menos no es concebible).
Aún así nunca he comulgado con esas mentes acomplejadas, que no complejas, que claman haber asistido a la universidad de la vida, que, según dicen, enseña más que ninguna.

Sí creo, en cambio, y, desde luego, desde el más absoluto y humilde desconocimiento del mundo docente, que estimular una mente joven con determinadas películas, discos o (más difícil, creo) libros, puede descubrir desconocidas aptitudes y mejorar actitudes.

El motivo de esta reflexión es David Gilmour. Padre de dos criaturas: Jesse, un adolescente desganado,mohíno y (sin saberlo) nihilista, y un fantástico libro.

El fantástico libro se llama Cine Club y narra una historia romántica y real, pero, desgraciadamente, poco común en forma, fondo y desenlace.

En sus páginas el autor narra cómo, harto de que su hijo faltara a clase y, siendo más que capaz, suspendiese, le ofrece, a modo de pipa de la paz, un trato. Dicho arreglo no es otro que el permiso para dejar el instituto, dormir todo el día, no trabajar y no pagar el alquiler.

A cambio, Jesse sólo se le pide que visione con su progenitor 3 películas a la semana. El progenitor, crítico de cine en paro, selecciona cada título en base al momento por el que pasa su relación y planifica, cuidadosamente, ciclos temáticos.

Contra todo pronóstico, pasan de las joyas del cine clásico a la serie Z (está bien, se quedan en la serie B) con una facilidad pasmosa.

Remarco que el libro es el reflejo de la experiencia real de Gilmour con su vástago y, como reflejo de esa realidad paterno-filial, está cargado de portazos, silencios, corazones rotos, alcohol, incomprensión adolescente y decepción paternal (o viceversa).

Aun así, supone una loable, no por ello menos arriesgada, iniciativa, especialmente en un mundo cargado de padres que "desconectan" a sus molestos hijos a base de consolas y ADSL.

Avanzando un paso más allá, y considerando lo explicado en el libro, me divierte pensar algo que, por otro lado, siempre he tenido bastante presente.

Mis profesores fueron damas y caballeros como Don Teódulo (sí, amigos, eran otros tiempos), Doña Fidentina, la Srta. Maruja y, años después, en edad de tutear, nombres como Salvador, Manolo o Jose.
Hicieron, creo, un buen trabajo y poseen mis respetos y algunos recuerdos que van del absurdo tardo-franquista a compartir discos, cena y noche.

Mis maestros, sin embargo, desde bien pequeño, han sido (orden inexacto y caótico) Springsteen, George Lucas, Elvis, Harold Lloyd, Chuck Berry, La Bola de Cristal, Sam Cooke, Dylan, Marvel y DC Cómics, Burning, Eduardo Mendoza, Ramones, Woody Allen, John Ford, Rufus Thomas, Nick Hornby, The Clash, Gene Vincent...
Tanto mis amigos como yo, a pesar de no entender entonces lo que decían (en lo musical), sabíamos que nos hablaban a nosotros. Nos daban clases magistrales de los fantástica o miserable que puede resultar la existencia, ayudándonos a crecer y despertando una curiosidad y un ansia que hoy, casi un cuarto de siglo después, sigue viva en nosotros.

Sigo, seguimos, apuntados a tan singular ciclo formativo, con clases nuevas o de repaso, y espero no graduarme.


Portada del dichoso libro (editado en bolsillo recientemente).

domingo, 27 de junio de 2010

HYDE PARK DE DÍA

Ya a la venta el nuevo dvd de Springsteen & the E Street Band en directo en el londinense Hyde Park.

La primera impresión es el más genuino "?".

Me explico, el noventa por ciento del evento se celebra a plena luz del día. OK, no habria problema si no fuese porque una canción como Racing in the Streets tocada a plena luz pierde magia.

Tengo la impresión de que la idea ha sido demostrar (especialmente al mercado U.S.A) que son capaces de arrastrar decenas, cientos de miles de personas.De ahí esos planos lejanos sobre la marea humana.

O quizá no, quizá no tengo ni idea de lo que estoy hablando, pero me resulta extraño que se publique un show en el que la voz de Springsteen en determinado momentos me resulta...rota.

Por otro lado, admito que todas estas consideraciones se derriten al calor de versiones como Good Lovin´, Hard Times y con la foma de tocar del hombre que lleva el peso de la banda. Max Weinberg.

Observen a papá Weinberg con su vástago en una competición de bateristas. La elegancia del padre contrasta con la actitud del hijo ("papá, ¿no puedo tocar con Slipknot?").

DJANGO!!!

¡Fantástico spaguetitti western!

Todos los ingresdientes para mantenerte en el límite de la butaca. Tarantino la empolló con un blog de notas en la mano.

Un pistolero arrastra un ataud ¿por qué?

¡ME BESARON!

Nunca pensé que sucedería.

Menos aún cuando, a los 8 años, veía en t.v. uno de esos clips en los que unos tipos de pelo cardado se daban un festín de estraños brebajes rodeados de, no menos cardadas, féminas.

Nunca creí que The Hottest Band in the World me knockearían.

KISS no son mi banda favorita, ni de lejos. No me interesa el heavy, aunque tras más de 30 años, y vistas muchas nuevas animaladas, su música se observa desde la perspectiva del Rock and Roll/ Hard Rock.

Adquirimos la entrada movidos, más que nada, por sus innegables hits y una, sanísima, curiosidad.

En las prooximidades del recinto, rodeados de émulos de Gene Simmons, Paul Stanley y algún Ace Frehley (nadie quiere ser el gato Peter Criss, no les culpo) comenzó la diversión.

Una vez el show arrancó pudimos comprobar que el lema con el que arrancan es perfectamente cierto "YOU WANTED THE BEST, YOU GOT THE BEST!"

Hay pocos trabajadores del rock de ese nivel que se partan así la espalda, y se jueguen el tipo, para asegurarse de que todo el mundo reciba aquello por lo que pagó.

No soy amigo de efectos especiales en conciertos (me parecen que esconden carencias) pero ellos son la excepción a mi, personal, regla.

Sí, hay maquillaje (¡fantástico!), trajes, plataformones (¡Glam power!), pirotecnia, sangre, vuelos y confetti. Nada de esto consigue que distraigas un segundo la atención de esos pegadizos riffs, de ese frontman imbatible que es STAR CHILD, de esa energía y en definitiva del Rock and Roll.

Debido a ese miligramo de pudor que conservo, me abstengo de adjuntar a eta entrada el clip del que hablaba a principio de este texto. Demasiado vergonzante en la actualidad.

En cambio, disfrutemos de un encantador anuncio que hicieron paraa una cadena de supermercados. Me encanta el momento en que una cliente les pregunta "¿trabajáis aquí?" y Gene Simmons responde "Empezamos hoy" mientras Stanley señala una chapita con su nombre.

MEJOR QUE LA VIAGRA

ZOMBIE VALENTINES descargaron, en la Sala Galileo, parte de su arsenal, dentro de una nueva fiesta de Sunny Day Records.

Una vez más consiguieron (con los años cada vez es más difícil) arrancarme esa expresión de idiota satisfecho que se instala en mi rostro cuando una banda es demasiado buena para ser real.

Guitarras ardientes como el sol de Sergio Leone, canciones tan urgentes como necesaria la publicación de su primer larga duración y un David Lorenzo poseído por los mejores shouters.

Antes ansiaba que llegase la fecha de publicación de su nuevo vinilo para escuchar (y pinchar) ese hit llamado Multicolor Cow.

Ahora simplemente ansío que se publique para pincharlo de principio a fin. Sin duda será uno de esos discos en los que no puedes abandonarte a una canción en particular.

Tan excitantes como la Viagra y sin contraindicaciones.

MUSAS NO VIAJAN EN METRO

He pasado por un tiempo de inactividad bloguera.


No ha sido debido a carencia de tiempo libre, dado que, durante tres semanas, he disfrutado de un émulo vacacional. Se ha debido más bien a eso, que pasa mientras hacemos planes, y que llamamos vida.


O quizás a que, en ocasiones, las musas, no son más que el nombre de una estación de metro. Y no viajan el él, pues no vuelan.


Sea como fuere y como decía la canción...."and now I´m back to tell you that...."

jueves, 10 de junio de 2010

ESPERANDO A MARAH

Espero su nuevo disco, ya grabado, pero sin compañía que lo publique.

En youtube hay algunos videos de Dave y Christine (Serge colgó la guitarra hace tiempo) viajando a diferentes poblaciones para tocar.

Hace algunos años el propio Dave (con esa voz tan especial) declaraba en una entrevista que "si es Rock and Roll tiene que partirte el corazón".

NBA KUNG FU

No lo recordaba pero, en los 80, en los videoclubs mejor surtidos se podía resolver una duda sobre ¿quién sería el ganador en un combate entre tal y cual?

Porque, un par de décadas atrás, DC CÓMICS había encontrado el ganador en la pelea entre Supermán y Muhammad Ali.

Unos años después la WWF organizó el épico combate entre Hulk Hogan y The Ultimate Warrior.

La pelea que nos ocupa fue rodada mucho antes pero, en los barrios y en los 80, los afortunados que habían encontrado una copia narraban con pasión ese combate entre el David y Goliath, entre el deporte y el arte marcial.

BRUCE LEE vs KAREEM ABDUL JABBAR

sábado, 5 de junio de 2010

LOS OJOS DE LEE

Estoy recuperando una serie de grandes películas, una gran productora, un gran intérprete.

En realidad es como si las viese por primera vez pues, en algunas de ellas, sólo tengo un vago recuerdo de su emisión catódica allá por los 80.

Hasta no hace mucho sentía cierta pereza al pensar en recuperar títulos de la filmografía de la productora británica Hammer (excepción hecha con Kung fú contra los 7 vampiros de oro). Los vagos recuerdos no me animaban especialmente pero asistir a un pase de Drácula (Terence Fisher, 1958), en el Círculo de Bellas Artes, me enganchó de nuevo a tan tétrico festín.

Gracias a Terence Fisher (y a un más que aconsejable pack del mismo), que dirigió auténticas joyas para la casa, he caído en un auténtico torbellino de hemoglobina y he sido hipnotizado.

Sí, amigos. Los ojos de Christopher Lee, en esos planos a bocajarro, me tienen obsesionado y no paro de recuperar material.

Como un amnesico ocasional, pequeños flashbacks chisporrotean en mi memoria. Con la sensación de haber estado ya allí. De haber recorrido ese castillo, con la protección de la pequeña pantalla y la impunidad de la infancia.

Finalmente decir que mi mandíbula nos se ha repuesto del visionado de Drácula: Prince of Darkness y ese final tan agobiante. Nunca pensé que se podría matar así a un vampiro.

¿O no se puede?

FIN DE TEMPORADA TEMPRANO

Por cuestión de horarios y la dificultad que supone compaginar la gris vida laboral, o real, con la deseada, el programa de la semana que viene será el último de esta temporada.

Como opción a estudiar, y poco probable, cabría la emisión de un par de programas matutinos durante el resto del mes de junio. Es una opción, pero considero más acertado finiquitar la temporada en su horario habitual y centrarnos en la próxima temporada.


Como decía la sintonía de una serie de televisión en su versión española "qué nos traerá el futuro?".


Gracias a todos los oyentes del programa.