domingo, 23 de mayo de 2010

MERMELADA DE VINILO

Recuerdo, a mediados de los noventa, un programa de videoclips que se emitía hacia las 13 horas.

Hablo de la época en que Guns´n Roses estaban perdiendo su grandilocuente terreno en favor de pequeñas bandas aupadas por la industria. El grunge, aunque activo, desembocaba en una suerte de punk radio friendly (comparado con lo que hoy llaman punk en la FM, parecería hardcore) y de nueva hornada. Discos como Dookie (Green Day) o Smash (Offspring), con sus correspondientes clips, estaban día sí, día también en tu pantalla.

Mientras comía, estudiaba en turno de tarde, escuchaba esperanzado la lista de grupos que nombraba la presentadora (con su perfecto inglés) al inicio del programa, esperando que emitiesen ese que tan pocas veces había visto.

Rara vez me sonreía la fortuna, y casi siempre terminaba cambiando de canal, pues, los que mencionaban, no me interesaban o estaban ya aprendidos de memoria, como si de los Reyes Godos de fin de siglo se tratara.

Pero, eso sí, ocasionalmente mi energía (no tan) adolescente, se veía satisfecha con algún potente latigazo rock, grunge o como lo quieran llamar. Black Hole Sun o Spoon Man (Soundgarden), alguno de Nirvana, el divertidísmo Peaches (Presidents of the USA), disparaban mi imaginación musical.

Sin embargo, la canción que me ha incitado a escribir este texto... tenía algo más.

Cuando, muy de cuando en cuando, el programa en cuestión se decidía a poner este video, la fiebre se apoderaba de mi ser, siendo perentorio ver en directo a esta banda, incluso sin tener un céntimo (yo) y sin estar de gira (ellos) o, mejor aún, tocar con ellos (sin saber tocar nada). Observar al grupo agitarse en escena o al vocalista colgando de palcos de teatro o torres de sonido me dejaba atónito.

Unos doce años más tarde acudí al Azkena Rock, mas no me pude quedar a verles, y, ¡oh, infortunio! Interpretaron esta canción.

Habrá una nueva oportunidad de disfrutar de su directo dentro de mes y medio y espero estar allí.

Mientras tanto, continúen hipnotizados mirando fijamente cómo gira el círculo negro arañado por la aguja.

No hay comentarios:

Publicar un comentario