martes, 26 de enero de 2010

CHAMPIONSHIP VINYL, HOY

"No jodas ¿un discman? ¿Y qué vas a hacer con eso? Si lo suyo es el IPOD, que está hecho para los melómanos. No jodas (de nuevo), el vinilo será muy bonito pero te veo cargando con esos carpetones los jueves..."

Esa es la respuesta que he obtenido hoy cuando he expuesto mi deseo de adquirir semejante "antigualla". Hace unos días otra persona me sorprendía con un "eso ya no se lleva".

¡¡¡SI LO ÚNICO QUE BUSCO ES QUE LOS POGUES ME ALEGREN EL CAMINO AL TRABAJO DE VEZ EN CUANDO!!!

No deseo llevar la discografía de Beatles, Stones, CCR, Marvin Gaye, Sam Cooke, Springsteen, Dylan, Neil Young, The Clash.......encima. Para eso ya lo escucho en casa.

ATENCIÓN: esta no es otra entrada más para recordar cómo me gustaba mi infancia (no tanto), ni para cantar las alabanzas del vinilo (allá cada cual) ni para informar de un próximo show.

En estos días acabo de releer (a falta de novedades de dimensiones transportables en metro) "Alta Fidelidad". Y coincidiendo el final de dicha joya impresa con estos comentarios... me ha dado por pensar ¿que sería hoy de Rob Gordon y su tienda Championship Vinyl?

Teniendo en cuenta la crisis general y la crisis del sector discográfico cualquier asomo de romanticismo quiebra en la bolsa.

Por lo que él mismo narra, la tienda daba lo justo (y un poquito menos) para vivir, pagando además a dos empleados, así que sería complicado manterla a flote. Si tiendas en el centro de Madrid, como Escridiscos, ven reducido su beneficio a la mitad, no quiero imaginar lo que debería ser para una tienda de las afueras de Londres.

Respecto a su dueño, a veces fantaseaba con dejar todo e irse a trabajar a un Virgin. Claro que si se decidiese descubriría una realidad bien distinta a la imaginada (ignorando el hecho de que, creo, ya no existe tal cadena).

Las grandes superficies especializadas en cultura y,muy especialmente, su sección de discos, se muestran hoy como un émulo de un bazar de todo a 100. Desde hace unos años (y sigue avanzando) las secciones de Soul, Rock, Pop... ven mermado su espacio en beneficio del MERCHANDISING, ese gran descubrimiento. Algo así como Little Italy (savoir faire, restaurantes,...) ve reducido su espacio (a una calle) devorado por Chinatown (millones de tiendas).

¿Quién quiere un disco de Ramones/Tom Waits/ Johnny Cash/ Coltrane si puede comprar una camiseta de la banda o solista, y si es morada mejor? ¿Para qué dedicar tiempo y atención a una grabación de AC/DC si puedes comprar sus muñecos? Añadan a estos artículos chapas, camisetas, puzzles, vasos, monopolis,...

Así Rob se sentiría frustrado, aunque no tanto como cuando intentase hacer una de las listas de los 5 mejores singles/temas/discos/películas..... sobre cualquier tema. En ese momento comprobaría horrorizado cómo algunos de sus compañeros... no sienten demasiado interés por la música.

Así Rob Gordon, ex capitoste de Championship Vinyl, prototipo de melómano radical, se mostraría más amargado todavía. Y, cuando al sacar su walkman***, alguien le increpara por no tener un IPOD, su único consuelo sería irse derecho al infierno, para lo que pulsaría PLAY.



***En el libro se habla del arte de grabar cintas para personas, algo impensable hoy en día, dada la prisa y comodidad con que se afronta todo. Pero, sonido al margen, el hecho de grabar una cinta implicaba disfrutar oyendo la música y secuenciándola de la forma adecuada. Frenemos y disfrutemos un poco de la música, no al peso, sino como paladeadores de la delicatessen.

1 comentario:

  1. Como escribes pollo. ¿Cuantos tientos le has dado ya a Alta F...?

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