martes, 29 de junio de 2010

¡TRAEDME LA CABEZA DE TOMA WAITS!

Por fin he podido disfruta de la salvaje Traedme la cabeza de Alfredo García y, en contra de todo pronóstico, no me ha decepcionado en absoluto.

Normalmente son las expectativas las que arruinan todo, pero esta es la excepción.

Es polvorienta, absurda, sangrienta, alcohólica y sexual, tornándose incómoda y enfermiza por momentos.

La única analogía que, desconcertado, pude componer tras los títulos de crédito fue una canción de Tom Waits. Cualquiera.

No es sólo que el protagonista tenga la sucia elegancia de Mr. Waits, sino que la historia entera parece narrada con el pulso del autor de Blind Love. La carretera mexicana, el polvo en la garganta, bares y prostíbulos fronterizos, cementerios y una love story entre el buscavidas con aspiraciones y la prostituta, erótica y angelical a un tiempo.

Dicen que si llegas lo suficientemente lejos, encontrarás el camino de vuelta a casa, cantaba Waits en la misma tonada. Creo que habrían sido grandes amigos él y Sam Peckinpah (director del film y otro absoluto outlaw). No sé si se encontraron en alguna ocasión pero, de ser así, seguro que se entendieron.



Warren Oates, protagonista y clono de Mr. Waits ¿O será al revés?

No hay comentarios:

Publicar un comentario